Estas fotografías son pretensiones de atrapar el tiempo y los momentos en imágenes. Son la manera de entender la vida, el nosotros y nuestro estar con la naturaleza. 

Somos los ancestros, los mares y el devenir entre la interacción con los seres vivos, los objetos y la forma. La fotografía es la pretensión de materializar una pregunta: El ser espiritual que a su vez es la luz que hace posible la imagen. El ser indivisibles, indistinguibles, el ser uno solo. 

La ayurveda me ha ayudado particularmente a acercarme a este entendimiento, por eso he puesto algunos de sus nombres en estas piezas, nombres en sánscrito que hablan de los elementos como metáfora para entender el mundo de la forma, y las características corporales de cada ser humano. De saber cómo cuidarnos; de encarnar un cuerpo y hacer con él una imagen etérea que nos une. Vivir aquí y allá. En la poesía y en la carnalidad. 

Somos cuerpos separados, pero al mismo tiempo, hacemos parte de ese gran Organismo que Deleuze ha llamado: El Cuerpo sin órganos.